La mejora de la rentabilidad y el saneamiento progresivo de los balances empresariales favorecen la planificación de nuevos proyectos de inversión e incrementan la capacidad del tejido empresarial de contribuir al impulso de la competitividad global de Balears.
La inversión empresarial, factor clave para abordar la mejora de la posición competitiva del archipiélago.
Los resultados empresariales, medidos en términos de rentabilidad, eficiencia y equilibrio financiero, son fundamentales para determinar, de entrada, la consolidación de la contribución que el tejido empresarial balear puede efectuar a la consolidación de la recuperación económica de las islas. Y es que de los resultados empresariales depende la inversión, el factor a través del cual las empresas vehiculan su aportación más valiosa a la recuperación económica. Una recuperación que consiste no sólo en hacer que el favorable comportamiento de los agregados macroeconómicos (crecimiento, empleo, etc.) perdure en el tiempo, sino en conseguir que la nueva fase alcista del ciclo se apoye en unos fundamentos que permitan mejorar la competitividad global del archipiélago.
En este contexto es importante conseguir que el pulso inversor avance a tasas dinámicas porque, a corto plazo, el efecto multiplicador que ejerce sobre la demanda agregada permite reducir la dependencia que la actividad, el empleo y los beneficios mantienen respecto de la evolución favorable de factores exógenos de impacto incierto y transitorio, como los tipos de interés, el precio del petróleo, la paridad euro/dólar o las condiciones geopolíticas que afectan a los competidores más cercanos. Tan sólo así es posible aumentar la resiliencia del negocio, y por extensión del conjunto de la economía, frente a nuevos choques externos.
